Una obra que prometía mejor calidad de vida, un nuevo impulso para el comercio de la zona y mayor seguridad vial a la Banda del Río Salí, terminó convirtiéndose en un calvario del que los vecinos no ven las horas de salir. Tres cuadras de la avenida San Martín, la principal de la ciudad del este metropolitano, están siendo repavimentadas, pero la obra ya ha tachado más de 90 días en el almanaque. Los comerciantes aseguran que las ventas durante este tiempo se han reducido sensiblemente y que, a pesar de su malestar, los trabajos continúan ejecutándose a paso lento.
“Tuvimos un mes de no hacer ni una venta de combustible. Nada de nada, porque la calle estaba completamente cerrada al tránsito. Después la abrieron, y ahora estamos trabajando al 30% como mucho, pero con eso no se puede ni cubrir los gastos fijos. Era una obra necesaria, eso no se discute, pero es inexplicable tanta demora y desorganización”, lamentó Gonzalo Rodríguez, responsable de la estación de servicios ubicada en San Martín al 100, uno de los comercios más perjudicados por la dilatada obra.
Se trata de la “remodelación y repavientación” de 435 metros lineales de avenida, según informó el ingeniero Víctor Hugo Reynoso, subsecretario de Obras y Servicios Públicos de ese municipio. El funcionario explicó que la obra incluye la renovación de la iluminación y la ampliación del sistema de desagüe pluvial (porque se demostró que se satura durante las lluvias del verano) y la reparación de las veredas.
El funcionario admitió las demoras, y aseguró que se debieron principalmente a las lluvias y a la “baja de fondos”, ya que está siendo financiada con el plan Más Cerca 2. La obra es ejecutada por contrato y está en manos de la empresa MAP Construcciones y Servicios SRL, informó.
En estos momentos se están construyendo los cordones de las veredas. Pero en la recorrida que hizo LA GACETA ayer, no había obreros trabajando. “No vienen todos los días a trabajar. La verdad es que vienen cuando quieren. Ayer (por el lunes) pasaron a dejar los hierros para los cordones y no volvieron más”, aseguró Martín Cuellar, quien tuvo la mala suerte de trasladar su mueblería a la avenida San Martín al 100 15 días antes de que comenzaran los trabajos. “Se hace muy difícil sostenerlo, no se vende casi nada”, dijo angustiado el comerciante. “Deberían estar trabajando”, se limitó a responder Reynoso, quien reconoció no haber visitado la obra ayer.
Tres ingenieros civiles consultados por este diario, que prefirieron mantener su nombre en reserva por no conocer los detalles de la obra, coincidieron en que 450 metros de pavimento de hormigón, como el que se está haciendo en el acceso principal de la Banda, debería insumir, como máximo, con mucha demora, dos meses. Ese tiempo contempla los imprevistos.
Escombros en el río
Una abrumadora cantidad de escombros provenientes de la obra de la calle San Martín fue arrojada a la vera del río Salí. La montaña conformada por placas de hormigón partido puede verse a simple vista desde el puente Lucas Córdoba, a mano derecha yendo desde la capital.
Después de realizar algunos chequeos, sorprendido por las circunstancias, ya que -dijo- desconocía la situación, el subsecretario de Obras explicó que “provisoriamente” los escombros fueron arrojados a la vera del río.
“Los escombros están provisoriamente colocados ahí, hasta que terminen los trabajos de la avenida. Las dos canteras donde habían estado acopiando están saturadas, y como estamos apurados por terminar la obra, los dejaron ahí”, justificó.
Por lo menos 10 días más tendrán que esperar los bandeños para volver a transitar por la avenida principal y dos semanas más para que la obra esté completamente finalizada, según estimó Reynoso. A partir de ese momento, se verá dónde se dispondrán los escombros, antes de que comiencen a tapar el río.